¿Existe el viaje más rápido que la luz?


Aunque las teorías de Einstein sugieren que nada puede moverse más rápido que la velocidad de la luz, dos científicos han extendido sus ecuaciones para mostrar lo que sucedería si fuera posible un viaje más rápido que la luz.
A pesar de la aparente prohibición de este tipo de viajes por la teoría de la relatividad especial de Einstein, estos científicos declaran que la teoría en realidad se presta fácilmente a una descripción de velocidades que superan la velocidad de la luz.

"Empezamos a pensar en ello, y creemos que esto es una extensión muy natural de las ecuaciones de Einstein", señalaba el matemático James Hill, co-autor del nuevo documento junto con la Universidad de Adelaida, Australia, donde trabaja su colega Barry Cox. El artículo fue publicado 3 de octubre en la revista Proceedings of the Royal Society A: Mathematical and Physical Sciences.

La relatividad especial, propuesta por Albert Einstein en 1905, mostraba cómo conceptos tales como la velocidad, son relativos: un observador en movimiento medirá la velocidad de un objeto de forma diferente a un observador que se mantenga estacionario. Por otra parte, la relatividad revelaba el concepto de dilatación del tiempo, que indica que cuanto más rápido uno vaya, el tiempo parece ir más despacio. Por lo tanto, la tripulación de una super-veloz nave espacial podría percibir que su viaje a otro planeta ha durado unas dos semanas, mientras que las personas en la Tierra observarían una duración de 20 años.

Sin embargo, la relatividad especial se rompe con la velocidad relativa, la diferencia entre las respectivas velocidades de dos personas que sean cercanas a la velocidad de la luz. Ahora, Hill y Cox han extendido la teoría para dar cabida a una velocidad relativa infinita.


Curiosamente, ni las originales ecuaciones de Einstein, ni la nueva teoría extendida, puede describir los objetos masivos que se mueven a la misma velocidad de la luz. En este caso, los dos conjuntos de ecuaciones se rompen en sendas singularidades matemáticas, donde las propiedades físicas resultan imposibles de definir.

"Este asunto de ir a la velocidad de la luz realmente no está definido", comentó Hill. "Nosotros hemos llevado la teoría a velocidades superiores a la velocidad de la luz."

En efecto, la singularidad divide el universo en dos: un mundo donde todo se mueve más lento que la velocidad de la luz, y un mundo donde todo va más rápido. Las leyes de la física en estos dos ámbitos podrían volverse muy distintas.

De alguna manera, el mundo oculto de más allá de la velocidad de la luz se conforma como una extraña verdad. Las ecuaciones de Hill y Cox sugieren, por ejemplo, que una nave espacial que viaje superando la velocidad de la luz acelerando cada vez más rápido, pierde más y más masa, hasta que en una velocidad infinita, su masa sería cero.

"Es muy sugerente que todo este juego sea tan diferente una vez que se va más rápido que la luz", dijo Hill.

A pesar de la singularidad, Hill no está dispuesto a aceptar que la velocidad de la luz sea un muro infranqueable, de hecho, lo comparó con cruzar la barrera del sonido. Antes de que Chuck Yeager se convirtiera en la primera persona en viajar más rápido que la velocidad del sonido, en el año 1947, muchos expertos se preguntaron si eso era posible hacerlo. Los científicos temían que el avión se desintegrara, o que el cuerpo humano no podría sobrevivir a tal fenómeno. Tampoco resultó cierto.

Los temores de cruzar la barrera de la luz pueden ser igualmente infundados, señaló Hill.

"Creo que es sólo una cuestión de tiempo", continuó. "El ingenio humano es lo que es, y llegará a lo que tenga que llegar, pero tal vez implicará un mecanismo de transporte completamente distinto a todo lo previsto actualmente."

Referencia: Sott.net