La geometría de la gravedad es esférica: Una atracción uniforme hacia un centro de masa que tiende a producir objetos con forma esférica. Este "sesgo esférico" predispone a los astrónomos a interpretar los anillos como una cáscara esférica.
El Observatorio Europeo Austral anunció en prensa las nuevas observaciones (ver imagen) de la "vieja" estrella R Sculptoris que ilustran esta tendencia esférica. El término "cáscara" o "cáscara esférica" se repite unas diez veces y pretende describir lo que parece ser un anillo. La excusa estándar es que una cáscara esférica de material irradiante parecerá de lejos como un anillo. La profundidad tangencial de material en el borde se podrá ver más brillante que la profundidad perpendicular del material en su centro. El efecto se llama extrema brillantez.
En los días de baja resolución, antes de los telescopios espaciales, la excusa pasaba por ser plausible. Aunque aún así algunos astrónomos estaban preocupados porque los bordes internos de los anillos estaban demasiado bruscamente delimitados: La extrema brillantez de la uniforme cáscara debería defuminarse gradualmente hacia un brillo central. Pero, esta brillantez de la Nebulosa del Anillo, por ejemplo, terminaba abruptamente en su borde interior.
Observaciones llevadas a cabo con ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) han revelado la existencia de una inesperada estructura espiral en el material que rodea a la vieja estrella R Sculptoris. Esta forma nunca había sido vista antes y probablemente se deba a una estrella compañera oculta orbitando a R Sculptoris. La información proporcionada por los nuevos datos de ALMA, revelan la presencia de una envoltura alrededor de la estrella, que aquí vemos como el anillo circular exterior, así como una estructura espiral muy clara en el material del interior. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/M. Maercker et al |
Los telescopios espaciales, seguidos por la óptica mejorada de los telescopios terrestres, revelaban insistentemente estructuras "totalmente inesperadas", según palabras de éste y de muchos otros comunicados de prensa. La primera sorpresa fueron las filamentosas formas de reloj de arena, obviamente, vistas desde una dirección ecuatorial, perpendicular a sus ejes. Otros descubrimientos revelaron formas que sugieren que las formas de reloj de arena se está viendo en ángulos intermedios a sus ejes.
Se plantea la cuestión, ¿se están viendo los anillos con formas de reloj de arena simplemente por debajo del eje? Los anillos de puntos espaciados uniformemente parecían confirmar esta interpretación. Los detalles de alta resolución reforzaban este punto de vista. En la imagen, por ejemplo, no sólo el anillo tiene bien definidos los bordes interior y exterior, sino que está compuesto por filamentos espaciados radialmente de manera uniforme, como corresponde a un punto de vista ecuatorial.
Tales estructuras no son fáciles de explicar con descripciones de una fuerza esférica de gravedad y de gas. Se requieren hipótesis auxiliares. Si la astronomía es una ciencia, y si los astrónomos están adheridos a la convención de falsación de Popper como criterio que distingue entre ciencia y pseudociencia, hace tiempo que admitieron haber perdido el norte con el ‘juego de la cáscara’. No obstante, la reputación estaba en juego: Siguieron apostando a que lo que estaban haciendo era ciencia, y que la autoridad de su prestigio eclipsaría la lógica de que lo que estaban haciendo no era más que pseudociencia.
El descubrimiento de que el "gas y el polvo" forman cuerpos cósmicos, otra falsada idea muy reiterada, son explicadas por el plasma de forma realmente más sencilla en cuanto a estas estructuras "totalmente inesperadas". Las corrientes eléctricas de plasma tienden a formar filamentos (corrientes de Birkeland). Los filamentos tienden a trenzarse juntos en largos cables o tubos de filamentos que pueden transmitir la energía eléctrica a grandes distancias. Las corrientes de escala más pequeña pueden estar inducidas dentro de los filamentos a gran escala, lo que nos lleva a una jerarquía de circuitos dobles que pueden proporcionar energía a objetos tan dispares como las galaxias o los remolinos de polvo marcianos.
Las fluctuaciones de diversas propiedades de las corrientes de Birkeland (densidad, temperatura, ionización, etc.) pueden causar inestabilidades, por ejemplo, en forma de pinzamientos o efectos esféricos. La radiación de estas inestabilidades está alimentada por el circuito y puede superar la energía disponible localmente, los astrónomos se sorprenden cuando ven que la estrella arroja hacia fuera "mucho más material del que esperaban", según ellos mismos admiten en dicho comunicado de prensa.
Dependiendo de la densidad de la corriente, el plasma puede estar en modo oscuro (irradiando al margen del espectro óptico, por ejemplo, en microondas), en modo brillo (irradiando en longitudes de onda ópticas), o en modo arco (irradiando intensamente en ambas longitudes a la vez). Se puede saltar repentinamente de un modo a otro a medida que la densidad de corriente varía con las condiciones locales. Las transiciones son más por "puntos de umbral" que lineales, y pueden producir anillos bien definidos.
Debido a que las fuerzas electromagnéticas son generalmente de mucha más magnitud que las fuerzas mecánicas de la gravedad y el gas, la dinámica de la gravedad y del gas resultan a menudo irrelevantes para explicar los fenómenos cósmicos. Esta irrelevancia no es precisamente lo más propicio para promover el prestigio de uno, por lo que la astronomía se está convirtiendo en ... un juego de cáscaras.
Referencias: