Recreación del planeta TrES-2b.| Harvard Smithsonian Institute |
Se trata de un astro gigante de gas, de un tamaño similar a Júpiter, que ya fue descubierto en el año 2006 por Trans-Atlantic Exoplanet Survey y que se sitúa a 750 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Draco. Según los datos recabados ahora, este astro refleja menos del 1% de la luz de la estrella que orbita, lo que hace que sea un planeta tan negro como el carbón, más oscuro que cualquiera de nuestro sistema planetario.
"Por lo que hemos visto, el TrES-2b es mucho menos reflectante que la pintura negra acrílica, así que podemos decir que es un mundo 'alien', muy extraño", ha declarado en Science News el astrónomo David Kipping, uno de los autores de esta investigación.
El planeta Júpiter de nuestro Sistema Solar, está envuelto en brillantes nubes de amoníaco que reflejan más de un tercio de la luz del Sol que recibe. Sin embargo, este exoplaneta no tiene estas nubes reflectantes porque está mucho más cerca de su estrella, a unos 4,8 millones de kilómetros, y las altas temperaturas (1.800º F.) impiden que se formen.
En cambio, su atmósfera tiene compuestos químicos que absorben la luz, como el sodio o el potasio en vapor y el óxido de titanio gaseoso, si bien ninguno de estos elementos da una explicación total a la oscuridad en la que está sumido el TrES-2b.
Datos del telescopio Kepler
Los investigadores midieron el brillo del sistema planetario, que se llama TrES-2, cuando el TrES-2b orbitaba en torno a su estrella para detectar su tránsito, es decir, una pequeña disminución en su brillo cuando este planeta pasaba por delante. Para ello, utilizaron los datos recabados por el telescopio espacial Kepler, así como con otros telescopios, con los que habían observado medio centenar de órbitas.
"Al combinar la impresionante precisión del Kepler con otras observaciones se vio que el cambio en el brillo registrado era el menor que se ha visto hasta la fecha en un exoplaneta: sólo seis partes por millón", señala Kipping.
Desde que fue puesto en órbita, Kepler ha detectado más de 1.200 candidatos a planetas en su campo de visión. Hasta la fecha, y desde que el astrónomo suizo Michel Mayor descubriera el primer exoplaneta en los años 90, se han confirmado 571, algunos en la zona que se considera habitable, lo que aumenta la probabilidad de que exista vida fuera de la Tierra.
Los investigadores midieron el brillo del sistema planetario, que se llama TrES-2, cuando el TrES-2b orbitaba en torno a su estrella para detectar su tránsito, es decir, una pequeña disminución en su brillo cuando este planeta pasaba por delante. Para ello, utilizaron los datos recabados por el telescopio espacial Kepler, así como con otros telescopios, con los que habían observado medio centenar de órbitas.
"Al combinar la impresionante precisión del Kepler con otras observaciones se vio que el cambio en el brillo registrado era el menor que se ha visto hasta la fecha en un exoplaneta: sólo seis partes por millón", señala Kipping.
Desde que fue puesto en órbita, Kepler ha detectado más de 1.200 candidatos a planetas en su campo de visión. Hasta la fecha, y desde que el astrónomo suizo Michel Mayor descubriera el primer exoplaneta en los años 90, se han confirmado 571, algunos en la zona que se considera habitable, lo que aumenta la probabilidad de que exista vida fuera de la Tierra.
Referencia: Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics